El origen del vitel toné llega directamente desde Italia, mejor dicho, en la zona de Piamonte. Es un platillo que se adoptó rápidamente en la Argentina durante la inmigración. En poco tiempo se transformó en un plato “icono” para disfrutar en épocas festivas o en cualquier fecha con amigos o familiares.
Origen del nombre
Aunque internamente su nombre se afrancesó (thoné), su composición es patrimonio exclusivo de Italia, donde se lo conoce como vittelo tonnato y generalmente se presenta en 2 versiones: fría y caliente.
Historia de la receta
Originario de Piamonte, su receta se mantuvo inmutable durante mucho tiempo, con una sola modificación: en un principio no contenía mayonesa, sino que la misma salsa proporcionaba líquido al ser procesada con el aceite de oliva de la lata de atún.
De acuerdo a profesionales del mundo gastronómico, la mayonesa ayudo todo el procedimiento, además estandarizó el gusto y eliminó una fracción de su personalidad.
Tener en cuenta que los libros de gastronomía que provienen de Italia, afirman que la primera vez que se preparó este delicioso platillo fue durante el año 700 y en un principio esta receta no contenía atún. Pasados 100 años más, recién se comenzó la cocción de la parte de la “ventresca” en aceite símil a escabeche.
Es más, el origen verdadero del vitel toné es Alba (más reconocido por sus deliciosas trufas blancas) y Garessio. Cuentan que en este lugar se encuentra el mejor vitello tonnato del planeta.
Los ingredientes pueden modificarse de acuerdo al “manual” de cada cocinero, pero para preparar la receta más conocida del vitel toné no pueden faltar los siguientes elementos: carne de peceto, atún, anchoas, mayonesa casera, mostaza, huevos duros, apio, ajo, romero, laurel, cebolla, zanahorias, alcaparras, vino y aceite de oliva.
En resumen, el vitel toné se lo debemos al valioso aporte de la inmigración, en esta oportunidad al origen italiano, que introdujeron al país sudamericano esta delicia junto a otros platos de la región europea.
Vitel toné en la actualidad
Un plato que se disfruta en invierno, sobre todo en las provincias de Córdoba y Santa Fe, donde podemos encontrar las colonias piamontesas más representativas en Argentina.
Es tan positiva la adaptación del vitel toné entre los argentinos, que en la actualidad se lo conoce como un verdadero “platillo argento”.